jueves, 13 de octubre de 2011

DIFERENCIAS ENTRE RADIACTIVIDAD NATURAL Y ARTIFICIAL FRENTE AL EFECTO DE PROXIMIDAD

Algunos "científicos" incluso aquellos de nivel universitario, confunden constantemente las nociones relativas a las dos radiactividades: la natural y la artificial. La palabra natural significa: "que pertenece a la naturaleza, que sale directamente de la naturaleza, que no es debida al trabajo del hombre, que no es alterado, modificado, falsificado por el hombre" (Larousse).
La radiactividad es pues aquella que pertenece a la naturaleza, que es producida por la naturaleza, que no ha sido ni alterada, ni modificada, ni falsificada por el hombre.
La radiactividad natural no es peligrosa para el hombre que coexiste con ella desde hace milenios. La radiactividad natural, de la que forman parte los rayos cósmicos, no es suficientemente ionizante para ser nociva a la vida pues no sobrepasa el potencial de restauración del organismo. Un hombre que pasea por una Naturaleza respetada por los científicos y los tecnócratas no tiene nada que temer; una persona NO puede volverse más radiactiva de lo que es por el hecho de la influencia de la radiactividad natural. Por consiguiente NADIE corre el riesgo de contaminarse en una naturaleza virgen. Se pueden permanecer horas, días, meses, años sobre rocas graníticas: no estaremos nunca irradiados de forma nociva debido a ésta estancia. También se puede ir en avión sin temer el efecto de los rayos cósmicos. En éste tema el lobby nuclear hace comparaciones grotescas cuando pretende que el efecto de los rayos cósmicos es de la misma familia que los efectos de las industrias nucleares.
La naturaleza nos da rayos cósmicos y algunos átomos radiactivos dispersados e inofensivos. Nuestro cuerpo contiene en sí mismo una cantidad estrictamente limitada de potasio débilmente radiactivo (K 40) que cataliza reacciones de naturaleza química y biológica indispensables.
Los átomos radiactivos que nos da la naturaleza son inofensivos para el hombre a condición de que los tecnócratas no comiencen a manipular la radiactividad natural, a deslocalizar los átomos radiactivos naturales y a concentrarlos artificialmente en grandes complejos industriales nucleares. En semejante caso estos tecnócratas falsifican, alteran y modifican el carácter natural de la radiactividad del medio y de los suelos y producen radiactividad artificial, puesto que está concentrada artificialmente.
Manipulación de las masas. De ésta forma se ve a millones de personas manipuladas vía los grandes medios de comunicación y la televisión puesto que se les afirma por ejemplo que el metal uranio 238 es natural...Es evidente que nunca se encuentra en la naturaleza pepitas de uranio metálico como se encuentran pepitas de oro.
Para llegar a produce uranio 238 metálico hay que practicar numerosas manipulaciones industriales sobre centenares, véase millares de toneladas de tierra y de minerales uraníferos. La tierra y éstos minerales contienen átomos de uranio 238 evidentemente: pero están dispersos en la masa del globo terrestre y por lo tanto son inofensivos por el hecho de ésta dispersión por una parte y por la pantalla de la masa de tierra que los rodea por otra parte.
Pero...alguien con poder financiero o político, puede dar la orden de extraer átomos bien específicos dispersados naturalmente en los suelos y proceder a operaciones industriales que
tienen como objetivo reagrupar átomos particulares como los del uranio 238, rompiendo deliberadamente las leyes naturales de dispersión a las cuales éstos átomos están sometidos.
Así centenares, véase millares de toneladas de mineral serán extraídas de las profundidades de la tierra y después manipuladas industrialmente por los tecnócratas.
Después el producto final será presentado al gran público vía tv y los medios de comunicación afirmando que se trata de una materia radiactiva que emite radiaciones de origen natural, cuando en realidad se trata de un producto final que presenta radiactividad artificial manipulada industrialmente y convertida en un concentrado artificial muy peligroso.
Recordemos por lo tanto que cuando el lobby nuclear nos habla de radiactividad natural hay que estar alerta.
El lobby nuclear miente y transforma industrialmente millares de toneladas de materias que presentan la radiactividad natural de entrada en toneladas de materia que presentan toneladas de radiactividad artificial al final del proceso. Estas materias se han convertido en algo muy peligroso por el hecho de su transformación industrial que ha concentrado su radiactividad. Tales alteraciones de la naturaleza inicial de la radiactividad natural no tienen nada que ver con la noción de lo que es natural.

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