jueves, 13 de octubre de 2011

Enfermedades asociadas a la radiación.



En general, los efectos de la radiación se pueden dividir entre las que se producen a corto plazo y las que lo hacen a largo plazo.
A corto plazo, en aquéllos que han estado sometidos a un alto nivel de radioactividad durante un plazo corto de tiempo y han sobrevivido (como los que vivían cerca de donde cayeron las bombas atómicas en 1945 o los trabajadores que siguen trabajando en la central nuclear de Fukushima) pueden darse síntomas bastante claros, entre ellos la caída del cabello, las náuseas, los vómitos, las quemaduras en la piel, los dolores de cabeza... , en cierto modo la sintomatología recordaría a la de un tratamiento terapéutico de radiación contra el cáncer.
No obstante, los peores efectos se dan a largo plazo en personas que no fueron expuestas a la radiación más elevada pero sí a un nivel medio-alto de radiación durante bastante tiempo, o que han aspirado las partículas radioactivas del aire. Estos efectos se manifiestan un tiempo después del momento de la exposición y van desde cánceres de todo tipo a malformaciones, mutaciones genéticas en hijos de mujeres expuestas o infertilidad. La primera persona de la que se sabe que murió por este tipo de intoxicación por radiación a largo plazo fue la propia Marie Curie.
El principal efecto de la radiación es la destrucción celular y, aunque aplicada de manera puntual y controlada puede ayudar a reducir el impacto del cáncer, también puede provocarlo, ya que las exposiciones prolongadas provocan mutaciones en las células.

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